SOMOS Y SEGUIMOS
Somos Montaña, somos agua, somos aire, fuego y tierra, somos Hijas e Hijos del Aro Iris, somos parte del legendario círculo Sagrado cuyos designios más sublimes son el Amor, la Unidad y la Paz en el sentido más profundo de la palabra y en virtud de que solo a través de los actos puede demostrarse la esencia. Somos Valle, animal y planta, Somos parte de una Herencia milenaria, re-existimos, Somos y Seguimos. Somos lunas, soles y estrellas, pues TODOS SOMOS UNO CON EL UNIVERSO o MULTIVERSO?
Este es el llamado a la renovación, a la regeneración de nuestra Pacha mama, al canto alegre que como niñas y niños del planeta nos corresponde entonando aquellas notas que muestran siempre el sendero hacia la Libertad, tan tergiversada y mal-entendida, tan imaginada, soñada y algunas veces perdida. Nuestro Eco se escucha porque grandes guerreros de América han dejado esculpida su imagen en el corazón del tiempo, trayendo como consecuencia la plena manifestación del Arte, la Belleza, la Cultura, la Fraternidad y el Resplandor, pasaportes únicos para cruzar toda frontera y Caminar al ritmo en que nos han enseñado nuestros Ancestros.
A pesar de todas las adversidades donde las tinieblas parecen no alejarse en estos más de 5 siglos de imperantes desigualdades, encarnamos el mensaje Cósmico y comprendemos que el Perdón por tantas injusticias cometidas y la Esperanza de un Nuevo Sol que brille para tod@s son medicinas que transmutan liberando, aprendiendo y ensoñando, pues la venganza o el odio recogido genera más caos.
La Re-Conexión Sagrada con la Fuente se hace necesaria, re-establecer el místico vínculo con la Luz Divina es tarea nuestra, de cada un@, en todas partes, el momento es yá, la Profecía Nativa Americana de l@s Guerrer@s del Arco Iris se escucha en una sola voz, resonando en cada rincón de Nuestro Continente, con ánimo y disposición emprendemos el viaje donde nuestro destino en el Tiempo es vivir el Presente, el aquí y el Ahora y ese mismo destino en el Espacio no es más que la sincronización en el gran Telar con colores más vivos que nunca para tejer Juntos aquel sueño donde el viento nos comunica los Mensajes de Las Abuelas y Abuelos.
Estamos aquí para seguir, para combatir con el Escudo del Amor y la Espada de la Verdad, con el Escudo del Saber y la Espada del Conocimiento, con la Fortaleza que el Gran Espíritu imprime en cada corazón de aquel que escucha el llamado, preparándose en el campo donde las Aves, sutiles y bellas nos recuerdan nuestro verdadero origen, nuestra cunita, nuestro hogar.
Hombres labriegos, mujeres descalzas, niños pegados al seno que mantiene el hilo de vida sagrado que sostiene una semilla, hombres de piedra que han sabido soportar los más duros golpes, mujeres como flores firmes en el propósito universal, enamoradas guerreras del sol pero fieles a sus raíces, donde el aroma cura y los colores penetran en la memoria que nunca se borra, gente que ama a la gente, hijos de la misma tierra con sabor a tierra, olor a pueblo y visión de águila donde los horizontes se acercan aún en la lejanía. Los Andes nos enseñan.
Humildad y Sabiduría, Humus y Saber se respiran por la piel de Nuestra Amerindia, encendiendo la antorcha donde se redescubren Nuestras Raíces, Forjando Identidad, señalando la Verdad, esto porque nos enamoramos del misterio bellísimo de la Vida y enamorados continuamos rompiendo cadenas, abriendo puertas, dilucidando nuevas utopías, un nuevo amanecer que llega. El suelo, nuestro suelo, nos alimenta, sostiene y Bendice, pues ante todo también somos Suelo, somos Roca y somos Mar. Por eso somos más, sentimos para existir, nacemos para Vivir, luchamos para seguir.
La Sagrada Wiphala habla en una sola lengua donde convergen muchas lenguas, unión de macho y hembra, símbolo de Tradición para la Sanación mental y del Espíritu, Culturas que perduran trascendiendo, dejando huella, llamando a la Unión. Gratitud eterna a quienes izan esta bandera en lo alto de las Cordilleras donde los Guacamayos dibujan con su hermosura paisajes de extraordinario diseño no imitable y donde los Cóndores festejan alegres porque la Fraternidad, la Hermandad y el Compartir se han convertido en el pan de cada día para toda la Humanidad…Una raza cósmica de niños felices emerge en sinfonía mágica con la Vida.
